El Sindicato de Trabajadores Municipales de Mar del Plata convocó a un paro de 24 horas y a un “ruidazo” por salarios.
El Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) de Mar del Plata vuelve a la carga con un paro de 24 horas para el viernes 7 de julio y un “ruidazo” que durará toda esta semana, en reclamo de un aumento salarial.
En este sentido, el “ruidazo” que llevarán a cabo hasta el viernes los municipales de Mar del Plata contra el intendente Guillermo Montenegro consistirá en la interrupción del trabajo durante media hora, tiempo en el cual los estatales visibilizarán sus reclamos con esta estrategia sonora.
“El Intendente tiene que entender que no está en contra del gremio, sino de todos los trabajadores y todas las trabajadoras municipales con esta política de ajuste, imposición salarial por decreto y vulneración de los derechos laborales”, apuntaron los estatales, quienes adelantaron que las guardias mínimas estarán garantizadas durante el paro.
En las últimas semanas, los municipales y el Ejecutivo conducido por Montenegro mantuvieron una serie de desencuentros debido a la falta de acuerdo paritario. Si bien hubo varias reuniones, los estatales exigen un 35% de incremento mientras que los representantes de la municipalidad solo ofrecieron un 10%.
Ante la negativa de ambas partes de ceder, el intendente Montenegro se lavó las manos y decretó el aumento con la oferta del 10% de su Ejecutivo, lo que causó el enojó de los municipales que denunciaron un incumplimiento por parte del alcalde marplatense y que adelantaron un “plan de lucha a matar o morir”.
Previo a esa decisión, Montenegro había llevado a cabo varias medidas que caldearon más la situación con los municipales. En primer lugar, el jefe comunal le descontó los días a los estatales que participaron del paro de 48 horas producido a finales del pasado abril.
La otra iniciativa que molestó a los estatales, fue la presentación de un proyecto en el Concejo deliberante para que sean considerados “esenciales“, con el fin de bloquear cualquier tipo de medida de fuerza que implique la interrupción o suspensión del trabajo municipal.
Aun cuando el proyecto de Montenegro para frenar paros no avanzó en el Concejo Deliberante, debido a que el el oficialismo de la comisión de Ambiente decidió postergar su tratamiento , el texto parlamentario caló muy hondo en los municipales que lo tomaron como una declaración de guerra que hoy está lejos de terminar.